Estados Unidos ha descubierto la manipulación de coordenadas en el sistema de posicionamiento GPS para desviar los aparatos de las rutas de entrada de droga al país
La agencia gubernamental que se ocupa de la protección fronteriza, opera en la frontera con México con drones MQ-9 Reaper, fabricados por General Atomics. Se trata del mismo modelo que ha elegido Defensa para convertirse en el primer UAV estratégico de la historia del Ejército del Aire.
La principal vulnerabilidad de estos aviones no tripulados reside en el sistema de navegación por coordenadas GPS, que se envían en tiempo real al dron y señalan el lugar que deben patrullar.
Según ha constatado Estados Unidos, los narcotraficantes son capaces ya de atacar ese sistema GPS enviando mediante un ordenador coordenadas falsas al aparato, que este asume como legítimas. De esa forma, pueden desviar el dron de las rutas que utilizan los narcos de forma momentánea y aprovechar el lapso de tiempo en que el error es corregido para introducir la droga.
Fuente: El Confidencial